Algunos
ya iniciaron su nuevo año, semestre, cuatrimestre o trimestre escolar, otros
estamos a punto de eso.
¿Cuántos
sentimientos encontrados en ese momento?
Desde
la alegría por volver a ver a tus compañeros de clases, y de conocer a los
nuevos, hasta la ansiedad que puede llegar a producir el ser estudiantes, algunos con su miedo escénico otros con su
afán por crear problemas y chismes (que
de esos nunca faltan), los dolores de cabeza por la escases de dinero y la
necesidad de útiles escolares, que el pasaje, que la mensualidad del colegio,
que la merienda… que si el maestro me odia a primera vista, que si el chico o
chica que te gusta se inscribió este año,
que si aumentamos de peso, que la ropa no nos sirve y hay que ir de
compras… y vuelve el dolor de cabeza por la economía… y ni hablar de las
pesadillas…
Por
suerte, como dicen por ahí: ¡el dinero está hecho!, además hay que ayudar al
planeta, si estas en la universidad seguro que alguno de tus cuadernos quedo
prácticamente nuevo, ¿por qué no usarlo? Solo compra lo que realmente es
necesario, uno o dos lapiceros o plumas, uno o dos lápices, los marcadores
duran bastante, así que no hay necesidad de comprarlos todos los meses, no
compres los cuadernos o mascotas por la portada, así salen demasiado caros
además de que la calidad de las hojas es pésima.
¡Aprende
a cuidar tus útiles!, cuántos han comprado un lapicero, lo llevan a clases el primer día y luego del
recreo no tienen la más mínima idea de a quién se lo prestaron, pasa exactamente
igual con los lápices, sacapuntas, marcadores, borras, con todos y cada uno de
los utensilios que pudiéramos necesitar a la hora de recibir el pan de la
enseñanza. Así que debes estar más pendiente de a quien le prestas tus
suministros. Para evitar se pierdan tan fácil y se confundan con otros pudieras
hacerles una pequeña marca, decorarlos, en el caso de los lapiceros
transparentes: separas el tubito que contiene la tinta del exterior del
bolígrafo, con un pequeño pedacito de papel (decorado a tu gusto) con tu nombre
escrito pudieras envolverlo alrededor del tubito que contiene la tinta luego
vuelves a armarlo y ¡listo!
Difícilmente
se vuelva a perder o a confundir con el del compañero, además así a el que lo
toma prestado le sería raro no darse cuenta que tiene que devolverlo.
Si
acaso te quedo algún cuaderno del periodo escolar anterior prácticamente vacío
puedes sencillamente arrancar las hojas usadas y si le escribiste al cartón,
pues decóralo, o fórralo, nadie lo va a notar. En el caso de que hayan sido
muchas las hojas que hayas utilizado y, por tanto, arrancado, puedes reutilizar
el cuaderno en una de esas asignaturas o profesores que no necesitan de mucho
trabajo en cuadernos. ¡Recicla!
¡En
el agobiante caso de los libros carísimos!, ¡sencillo!: ¡Biblioteca! No tienes
que comprarlos, y si te toco uno de esos maestros que exigen los compren y los
lleven a clases pues puedes pedirle a una persona que haya cursado esa
asignatura que te lo preste, inmediatamente termines devuélvelo, eso te permitirá
tener buen crédito (Así esa persona te podrá volver a prestar y de no tenerlo
puede conocer a alguien que sí y recomendarte) ;).
¿Y
con la ropa?, grábate que no vas a un concurso de ¿quién se viste mejor? No
existe la necesidad alguna de estrenar cada semana una prenda de ropa nueva.
Ten presente que todo lo hace la actitud más que lo que lleves puesto. Procura
que tu ropa este correctamente limpia y planchada. Recuerda que ¡eres un ser de
luz! Y que brillas, por tanto, con luz propia (no necesitas de un vestido y
zapatillas de marca para ser tú y resaltar en donde estés). En la mayoría de
los casos siempre se tiene una hermana (o hermano en el caso de los chicos) que
calza con nosotros, con el que podemos intercambiar ropa, anda haz la prueba.
¡Sonríe!
cuando lo haces nadie se fija de lo demás. Y de paso le alegras el día a los
que te rodean.
¡Bendiciones!