Hora de Trabajar Nuestra Autoestima

Nuestra autoestima afecta o beneficia todo lo que hacemos, es el reflejo que perciben las personas con quienes tenemos la ocasión de  compartir, sea esto poco o mucho. La autoestima es el estado mental y emocional con el que nos describimos a nosotros mismos frente a determinada situación, por lo que no es algo constante, varía de acuerdo a sentimientos experimentados. 


La autoestima es, en pocas palabras, la evaluación constante a la que nos sometemos, podría decirse, en búsqueda de perfección.

Cada uno de nosotros nace con la capacidad de tener pensamientos positivos o negativos, según nuestro signo zodiacal unos somos más negativos o positivos que otros, por ejemplo, Capricornio (yo), “de los más negativos y pesimistas”… no voy a negarlo, como todo ser humano tengo mis momentos, (y como va el mundo donde nos tocó vivir… la negatividad llega a confundirse bastante con el realismo…) solo hay que saber mantener el balance, y verás como tendrás una mejor visión de las cosas.

Autoestima  ¿Cómo nos vemos a nosotras mismas?

¿Cómo llega a verse influenciada nuestra autoestima?     

Se pudiera decir que los padres son los principales responsables de fomentar en los más chicos una autoestima sana conjunta con el amor propio (que van bastante de la mano), nada de acercarse a los extremos, ¡todo en exceso es dañino!

Lamentablemente existen muchos padres con baja autoestima que inconscientemente mandan a su hijo señales de inseguridad, se muestran ansiosos, sobreprotectores. Por más que un padre diga y diga no logrará mucho si se contradice con sus acciones, debe enseñar con el ejemplo, como por ahí dicen: los niños no escuchan, observan.

¡Padres!, enseñen con el ejemplo.

El respeto es la clave para que el infante valla fortaleciendo su autoestima, de forma tal que se sienta parte importante del hogar, que sean escuchadas y valoradas sus opiniones, eso también ayudará a que en un futuro no muy lejano se sienta capaz de expresarse en otros escenarios, nunca olvidando respetar las opiniones y decisiones de sus semejantes.

Los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la continuidad de la formación de la autoestima del adolescente, este se ve influenciado por la imagen que quieren vender estos medios, desde ¿a qué sitios ir? ¿Cómo vestir? Y todo eso para encajar en la “sociedad”. ¿Quién dice que para ser alguien en la vida tenemos que ser xs (hasta donde sé es el talle de ropa más chico)? Pero, como todos sabemos en esta etapa de nuestra vida buscamos más que nunca la aceptación de los que nos rodean (…por todos los cambios experimentados en nuestro cuerpo, además de ser la época donde ya no somos niños pero tan poco adultos y llega a crear bastante confusión en mentes débiles, época donde buscamos individualidad, independencia, y lo que más dolores de cabeza nos da… gustar al sexo opuesto…).

¿Qué hacer para tener una autoestima sana?

Contéstate, se sincera(o),  ¿dónde estoy parada(o)?, ¿es nuestra autoestima tan alta que no creemos amos y señores del mundo, o, acaso tan baja que ni nos gusta vernos al espejo o hablar en público?

Amate a ti mismo, ¡respétate! Reconoce que eres capaz de con esfuerzo y entusiasmo lograr lo que te propongas, que unas veces caerás, pero que con ayuda o solo tendrás que levantarte y continuar, de todo aprendemos.

Dedícate tiempo para ti, algunos de nosotros llego a sentirse solo, llego a decir, nadie me quiere, nadie me dedica tiempo, ¿y tú?, ¿Acaso te dedicas tiempo?, ¿Te quieres?, ¿Te consientes? ¡¡Saca tiempo para ti!! Para disfrutar de aquello que te gusta, que te hace feliz…

Ella se quiere, ¿qué esperas para quererte a ti mismo?

Escucha y valora las opiniones de los demás, un buen consejo nunca cae mal, como dice un añejo adagio, “el que se lleva de consejo muere de viejo”.

Hace unos años en mi primer semestre como estudiante universitaria, específicamente cursando la asignatura de orientación vocacional compartimos en clase unos tratados, declaraciones, reflexiones, artículos (o como quieran llamarles), que me gustaría compartir con ustedes, en esta oportunidad solo les mostraré uno de ellos,  espero poder mostrarles los demás muy pronto:

Mi Declaración de Autoestima

Virginia Satir

Yo soy yo.

En todo el mundo no existe nadie igual, exactamente igual a mí. Hay personas que tienen aspectos míos, pero en ninguna forma el mismo conjunto mío. Por consiguiente, todo lo que sale de mi es auténticamente mío porque yo sola lo elegí.

Todo lo mío me pertenece: mi cuerpo, todo lo que hace; mi mente, con todos sus pensamientos e ideas; mis ojos, incluyendo todas las imágenes que perciben; mis sentimientos, cualesquiera que sean: ira, alegría, frustración, amor, decepción, emoción; mi boca, y todas las palabras que de ella salen, refinadas, dulces, o cortantes, correctas o incorrectas; mi voz, fuerte o suave, y todas mis acciones, sean para otros o para mí.

Soy dueña de mis fantasías, mis sueños, mis esperanzas, mis temores.

Son míos mis triunfos y mis éxitos, todos mis fracasos y errores.

Puesto que todo lo mío me pertenece, puedo llegar a conocerme íntimamente. Al hacerlo, puedo llegar a quererme y sentir amistad hacia todas mis partes. Puedo hacer factible que todo lo que me concierne funcione para mis mejores intereses.

Sé que tengo aspectos que me desconciertan y otros que desconozco. Pero mientras yo me estime y me quiera, puedo buscar con valor y optimismo soluciones para las incógnitas e ir descubriéndome cada vez más.

Como quiera que parezca y suene, diga y haga lo que sea, piense y sienta en un momento dado, todo es parte de mí ser. Esto es real y representa el lugar que ocupo en ese momento del tiempo.

A la hora de un examen de conciencia, respecto de lo que he dicho y hecho, de lo que he pensado y sentido, algunas cosas resultarán inadecuadas. Pero puedo descartar lo inapropiado, conservar lo bueno e inventar algo nuevo que supla lo descartado.

Puedo ver, oír, sentir, decir, y hacer. Tengo los medios para sobrevivir, para acercarme a los demás, para ser productiva y para lograr darle sentido y orden al mundo de personas y cosas que me rodean. Me pertenezco y así puedo estructúrame.

Yo soy yo y estoy bien.

¡Bendiciones!

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