Estas
dos interrogantes son decisivas a la hora de conseguir algo en la vida, por más insignificante que otros lo consideren. ¿Qué queremos? Si
de algo debes estar seguro/a es de ¿qué quieres? Si es necesario haz una lista
jerárquica de esas cosas, una lista donde des prioridad a lo que realmente
necesitas y no de lo que otros esperan de ti, ¿que te gusta?, por primera vez, ¡¡toma el control de tu vida!! tú eres tu único capitán, luego de Dios, claro. ;)
¡Se
realista!
Si deseas encontrar a la pareja ideal, recuerda que somos seres humanos
imperfectos, por tanto, no busques en otro lo que en ti no encontrará, no exijas
lo que no estás dispuesto a dar, eso se aplica a muchos ámbitos de nuestra vida
y partiendo del hecho de nadie es igual al otro y de que cada cabeza es un
mundo, pues debemos empezar a aceptar a los demás tal cual son.
Acaso,
¿te quieres independizar? Contesta para ti estas preguntas: ¿Trabajas?, ¿Es tu
sueldo suficiente para cubrir gastos por energía eléctrica, agua, comida,
transporte, el alquiler y amueblar el apartamento? ¿Para qué?, más bien, ¿Por
qué quieres hacerlo?, ¿Son esas razones de peso? Si no lo son, pues no
desesperes, todo en la vida tiene su tiempo y su espacio, mientras puedes ir
ahorrando.
Respecto
a ¿por qué lo deseamos?, debemos tener la capacidad suficiente y necesaria para
saber cuáles anhelos son producto de una necesidad realista y no
materialista, que no sea por egoísmo, por la presión grupal o por que los
medios publicitarios lo fomenten. Ese tipo de deseos puede que al alcanzarlos
nos hagan felices por el momento, pero, ¿nos llenan realmente?, ¿qué hay al cruzar
el puente?
Debemos
recordar y siempre tener presente que la felicidad es, como dice un viejo adagio,
un estilo de vida. Sea poco o mucho lo que deseas o ya posees, que sea
algo que realmente te satisfaga; si tienes el sueldo mínimo, pues planifica, no
gastes más de lo que ganas y verás cómo las cosas mejoran, pero ¡no te
estanques! ¡Eso nunca! Sigue preparándote para conseguir un mejor empleo.
Pero
sobre todo, sé verdaderamente feliz, sin importar lo poco que vallamos de
parranda o la marca de nuestro coche, aprende a disfrutar eso que te llena de goce,
esas pequeñas cosas que ignoramos pero que nos alegran el día y que aún pasados
los años nos hacen reír al recordarlo, como la sonrisa de un bebe, ver el
amanecer o atardecer, que tu perro te reciba al llegar a casa, una charla con
esa persona especial. ¡Vamos! Identifica esas cosas que te hacen feliz, que
mueven tu mundo, así podrás tener tus necesidades y prioridades más claras y no
tendrás esa ansiedad por buscar cosas donde no encontrarás y que además no las
necesitas…
¡Bendiciones!
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