viernes, 2 de agosto de 2013

¿Qué Deseas?, ¿Por Qué Lo Deseas?



Estas dos interrogantes son decisivas a la hora de conseguir algo en la vida, por más insignificante que otros lo consideren. ¿Qué queremos? Si de algo debes estar seguro/a es de ¿qué quieres? Si es necesario haz una lista jerárquica de esas cosas, una lista donde des prioridad a lo que realmente necesitas y no de lo que otros esperan de ti, ¿que te gusta?, por primera vez, ¡¡toma el control de tu vida!! tú eres tu único capitán, luego de Dios, claro. ;)



¡Se realista!


Si deseas encontrar a la pareja ideal, recuerda que somos seres humanos imperfectos, por tanto, no busques en otro lo que en ti no encontrará, no exijas lo que no estás dispuesto a dar, eso se aplica a muchos ámbitos de nuestra vida y partiendo del hecho de nadie es igual al otro y de que cada cabeza es un mundo, pues debemos empezar a aceptar a los demás tal cual son.


Acaso, ¿te quieres independizar? Contesta para ti estas preguntas: ¿Trabajas?, ¿Es tu sueldo suficiente para cubrir gastos por energía eléctrica, agua, comida, transporte, el alquiler y amueblar el apartamento? ¿Para qué?, más bien, ¿Por qué quieres hacerlo?, ¿Son esas razones de peso? Si no lo son, pues no desesperes, todo en la vida tiene su tiempo y su espacio, mientras puedes ir ahorrando.


Respecto a ¿por qué lo deseamos?, debemos tener la capacidad suficiente y necesaria para saber cuáles anhelos son producto de una necesidad realista y no materialista, que no sea por egoísmo, por la presión grupal o por que los medios publicitarios lo fomenten. Ese tipo de deseos puede que al alcanzarlos nos hagan felices por el momento, pero, ¿nos llenan realmente?, ¿qué hay al cruzar el puente?





Debemos recordar y siempre tener presente que la felicidad es, como dice un viejo adagio, un estilo de vida. Sea poco o mucho lo que deseas o ya posees, que sea algo que realmente te satisfaga; si tienes el sueldo mínimo, pues planifica, no gastes más de lo que ganas y verás cómo las cosas mejoran, pero ¡no te estanques! ¡Eso nunca! Sigue preparándote para conseguir un mejor empleo. 


Pero sobre todo, sé verdaderamente feliz, sin importar lo poco que vallamos de parranda o la marca de nuestro coche, aprende a disfrutar eso que te llena de goce, esas pequeñas cosas que ignoramos pero que nos alegran el día y que aún pasados los años nos hacen reír al recordarlo, como la sonrisa de un bebe, ver el amanecer o atardecer, que tu perro te reciba al llegar a casa, una charla con esa persona especial. ¡Vamos! Identifica esas cosas que te hacen feliz, que mueven tu mundo, así podrás tener tus necesidades y prioridades más claras y no tendrás esa ansiedad por buscar cosas donde no encontrarás y que además no las necesitas…



¡Bendiciones!



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